Desde las pasadas semanas las redes sociales y los medios de comunicación se han llenado de noticias sobre el COVID-19 y la mayoría de ellas no refleja información positiva. Al estar todos en confinamiento, a veces el exceso de información puede causar estrés, especialmente si se tratan temas que causan pánico y preocupación. Por ello, la Universidad Católica Boliviana – Regional Cochabamba (UCB) decidió darle una vuelta a la situación comenzando a compartir noticias positivas de todo el mundo.

Las medidas que han adoptado los gobiernos alrededor del mundo han obligado a la actividad automotora a detenerse casi por completo, lo mismo pasó con muchas industrias y fábricas. Es así que el índice de contaminación comenzó a bajar de manera exponencial a nivel mundial.

La disminución del smog en muchas ciudades no solamente contribuye a la naturaleza y al medio ambiente como tal, sino también a los seres humanos. Debido a que existe una gran cantidad de personas con problemas respiratorios, la caída de la contaminación ayuda a que menos personas enfermen. El científico de la Universidad de Stanford, Marshall Burke, utilizó los datos de emisiones para calcular qué efecto podría tener la reducción de la contaminación en la salud de la población mundial. Descubrió que los impactos en el medio ambiente podrían, potencialmente, salvar más vidas de las que mata el COVID-19.

FUENTE:

sciencealert.com