En un ambiente de camaradería y nostalgia, la carrera de Ingeniería Ambiental celebró su vigésimo octavo aniversario con un evento que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. El pasado sábado, se llevó a cabo el primer almuerzo de ex-alumnos, reuniendo a aproximadamente 45 personas entre ex alumnos, docentes y ex directores de la carrera, quienes compartieron una jornada llena de recuerdos, reconocimientos y actividades lúdicas.
El evento comenzó con un cálido recibimiento a los asistentes, quienes pudieron reencontrarse con antiguos compañeros y profesores, reviviendo anécdotas de sus años universitarios y compartiendo sus experiencias profesionales. La diversidad de generaciones presentes enriqueció el intercambio, permitiendo a los más jóvenes aprender de la experiencia de sus predecesores y a los veteranos conocer las nuevas perspectivas en el campo de la ingeniería ambiental.
Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue el reconocimiento a la Ing. Estela Herbas, quien durante años ha sido una figura fundamental en la coordinación de la carrera. Los asistentes expresaron su gratitud por su dedicación y compromiso con la formación de profesionales en el área ambiental. Asimismo, se dio la bienvenida oficial al Ing. Mauricio Ledezma como nuevo coordinador de la carrera, quien compartió su visión y proyectos para el futuro de la ingeniería ambiental en la institución.
El programa del evento incluyó una serie de actividades diseñadas para fomentar la integración entre los asistentes. Se organizaron juegos y dinámicas que no solo provocaron risas y diversión, sino que también sirvieron para reforzar el sentido de pertenencia a la comunidad de ingenieros ambientales. Estos momentos lúdicos permitieron romper el hielo entre las diferentes generaciones y crear nuevos lazos de amistad y colaboración profesional.
Durante el almuerzo, se presentó un breve recorrido por la historia de la carrera, destacando los logros y avances conseguidos en estos 28 años. Se resaltó el impacto positivo que los graduados han tenido en la sociedad y el medio ambiente, así como los desafíos que enfrentan los profesionales del área en la actualidad.
El evento también sirvió como plataforma para discutir el futuro de la ingeniería ambiental y la importancia de mantener una red activa de profesionales. Se propusieron ideas para futuros encuentros y se establecieron canales de comunicación para fomentar la colaboración entre ex alumnos y la institución educativa.
La celebración concluyó con un brindis por el aniversario de la carrera y por el éxito continuo de sus graduados. Los asistentes se despidieron con la promesa de mantenerse en contacto y con la esperanza de que este primer almuerzo de ex-alumnos se convierta en una tradición anual.
Este evento no solo marcó un hito en la historia de la carrera de Ingeniería Ambiental, sino que también reforzó el compromiso de la comunidad académica y profesional con el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente. Sin duda, fue una jornada que dejó una huella indeleble en todos los participantes y sentó las bases para futuras colaboraciones y encuentros.