En un entorno académico donde la tecnología y la ingeniería suelen tener el protagonismo, la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad, junto con la Pastoral Universitaria, ha dado un paso audaz hacia la integración del desarrollo humano y espiritual a través del taller “SOFT SKILLS PARA INGENIEROS DESDE EL HUMANISMO CRISTIANO”. Este enfoque innovador, que se llevó a cabo el pasado fin de semana, ha unido la metodología LEGO Serious Play con los principios del humanismo cristiano, ofreciendo a los estudiantes una experiencia única de aprendizaje y reflexión.

La metodología LEGO Serious Play, conocida por facilitar la comunicación, el trabajo en equipo, y la solución creativa de problemas, sirvió como herramienta clave en este taller, permitiendo a los participantes dar forma a sus ideas y pensamientos a través de los coloridos ladrillos LEGO. La actividad central del taller consistió en que los grupos de estudiantes construyeran modelos tridimensionales que representaran conceptos del humanismo cristiano tales como la compasión, la solidaridad, la dignidad humana y la comunicación asertiva.

“El objetivo fue ir más allá del aprendizaje técnico y buscar un desarrollo integral de nuestros estudiantes, en donde las habilidades blandas y los valores humanísticos tengan un espacio significativo en su formación como futuros ingenieros”, expresó el coordinador de la Pastoral Universitaria, quien destacó la importancia de este tipo de iniciativas en el ámbito académico.

Durante el taller, los estudiantes se enfrentaron al desafío de reflexionar y debatir sobre cómo las competencias blandas influenciadas por el humanismo cristiano pueden jugar un papel crucial en el mundo de la ingeniería. A través de la construcción y el juego con los ladrillos, los participantes exploraron cómo valores como la empatía y el trabajo en equipo, fundamentos de la ética cristiana, son esenciales para lograr una ingeniería más humana y compasiva.

La respuesta de los estudiantes fue sumamente positiva, con muchos destacando la manera en que el taller les permitió visualizar de forma concreta y práctica la aplicación de los valores humanistas en su futura vida profesional. “Fue una experiencia reveladora, nos permitió ver la importancia de las soft skills en nuestra carrera de una manera muy creativa y diferente”, comentó una estudiante participante.

Este taller no solo ha dejado una huella en la formación de los futuros ingenieros mecatrónicos, sino que también ha abierto un diálogo importante sobre el papel de la espiritualidad y los valores humanos en un campo tradicionalmente dominado por el pragmatismo técnico. Con iniciativas como esta, la Universidad se posiciona a la vanguardia de la educación integral, demostrando que el desarrollo de habilidades blandas y el fortalecimiento del carácter son fundamentales en la formación de profesionales competentes y humanísticos.

Con el éxito de este taller, se espera que más actividades de este tipo sean integradas en el currículo de la carrera, fortaleciendo el compromiso de la universidad con una educación que mira más allá del conocimiento técnico y busca el desarrollo pleno del ser humano.