En el marco de la asignatura híbrida Tratamiento de Aguas Residuales I, dictada desde la Regional La Paz por la Dra. Paola Alvizuri, estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” realizaron una salida académica al municipio de Cliza (Cochabamba) para conocer de primera mano experiencias concretas de gestión del saneamiento. La visita técnica fue organizada con el apoyo del docente investigador Inti Rodríguez Levy, quien acompañó a los estudiantes como responsable académico en campo y facilitó los vínculos técnicos e institucionales necesarios para el recorrido.
Durante la jornada, se visitaron tres plantas de tratamiento diseñadas y gestionadas por la Fundación Aguatuya, organización boliviana especializada en soluciones sostenibles y descentralizadas de agua y saneamiento, con el apoyo financiero de la cooperación sueca y en coordinación con gobiernos municipales. La actividad fue guiada por el equipo técnico de Aguatuya, quienes compartieron con los estudiantes información detallada sobre los sistemas operativos, desafíos de mantenimiento y criterios de diseño adaptados al contexto local.
Las plantas visitadas fueron:
- PTAR Ucureña: Esta planta trata aguas residuales domésticas de más de 7.500 habitantes, con una capacidad de diseño de 677 m³ por día. Emplea una línea de tratamiento que combina reactores anaeróbicos de flujo ascendente (RAFA) con sistemas de lodos activados y decantación secundaria. El efluente tratado se reutiliza principalmente en cultivos de maíz y otros de tallo alto, mientras que el excedente se vierte al río Sulty. Gracias a su eficiencia (hasta 93 % de remoción de materia orgánica) y bajo impacto ambiental, ha sido reconocida como una planta modelo replicable en otras regiones del país.
- PTLF Villa El Carmen: Diseñada para tratar los lodos fecales provenientes de pozos sépticos del área urbana de Cliza (alrededor de 5.000 personas), esta planta realiza un tratamiento por lotes que eleva la temperatura del lodo a 55 °C en presencia de oxígeno, logrando una desinfección segura. El lodo tratado es aprovechado como fertilizante orgánico en suelos agrícolas.
- PTAR Surumi – Santa Lucía: De menor escala, esta planta combina procesos físicos, biológicos y naturales: desde el pretratamiento y un reactor anaeróbico horizontal, hasta humedales artificiales y biofiltros. Con una capacidad de 170 m³ por día, está adaptada a las condiciones de comunidades rurales pequeñas, permitiendo el reúso del agua tratada en áreas verdes y riego.
La experiencia fue enriquecedora para los estudiantes, quienes pudieron contrastar los conocimientos adquiridos en aula con la realidad del diseño, operación y sostenibilidad de sistemas de tratamiento en Bolivia. Además de conocer distintas tecnologías, reflexionaron sobre los desafíos institucionales, sociales y técnicos que implica garantizar el acceso al saneamiento en contextos rurales y periurbanos.

