Mensaje del Rector Nacional de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”

Queridos universitarios:

¿Cómo quisieran que sea el mundo en el que van a vivir?
¿Que estarían dispuestos a dar para forjar ese mundo soñado?

Ensayemos algunas respuestas:

Un mundo en que la técnica se oriente prioritariamente a resolver los problemas concretos de los demás con la pasión de ayudar a otros a vivir con más dignidad y menos sufrimiento.

Un mundo con cambios profundos en los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, con cambio en las estructuras de poder que rigen hoy en la sociedad.

Un mundo en el que más allá de los intereses limitados de las empresas y de una cuestionable racionalidad económica se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso a trabajo por parte de todos.

Un mundo en el que urja buscar una solución integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza.

Un mundo en el que muchas cosas empiecen a reorientar su rumbo pero ante todo sea la humanidad la que busque cambiar.

Un mundo en el que se haga conciencia un origen común de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos.

Creo que muchos de ustedes estarán de acuerdo con estas interesantes respuestas que por cierto no las he realizado yo, vienen de un hermoso documento denominado “Laudato si”,  el cual es una encíclica del papa Francisco que trata sobre el cuidado de la Casa Común,  el gran desafío que todos tenemos.

¿Que estarían dispuestos a dar para forjar ese mundo soñado?

Esta pregunta se la puede responder momentos de reflexión y calma en la antesala de un nuevo ciclo de formación en sus vidas y que tiene que ver con nuevos desafíos que se le presentará en el futuro.

Me atrevo a plantear dos  respuestas: preocuparme y ocuparme por la naturaleza, velar por la justicia con los pobres, asumir un compromiso de servicio para con la sociedad y cultivar la paz interior.

Esta respuesta se halla en el modelo de San Francisco que consiste en vivir con cuatro grandes ideales: preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.

Otra respuesta es sencilla y cercana a sus vidas, consiste en algo que ustedes pueden dars: su alegría su esperanza, su generosidad, como algo que estarían y deberían estar dispuestos a dar para alcanzar ese mundo que sueñan

Esto parece algo simple, pero comprende un enorme valor para la vida, luchen porque esta cualidad y virtudes de la juventud los acompañe siempre.

Lleven ustedes queridos jóvenes la esperanza de construir un mundo mejor y forjen con su comportamiento diario a partir de esas cuatro premisas señaladas este mundo nuevo.

Que Dios y la Virgen María los acompañe, ilumine y bendiga en el nuevo camino universitario.