Reflexionar (y en algún caso desmentir) sobre la situación del contexto boliviano actual, como antecedente de las ponencias presentadas por el equipo de investigadores de la delegación boliviana que asistió al XVI Congreso Internacional Ibercom –bajo la temática, “Comunicación, violencias y transiciones”–, llevado a cabo entre el 27 y 29 de noviembre en Bogotá, Colombia, fue una de las premisas que rigió su participación, en medio de movilizaciones que comenzaban a escucharse ruidosamente en las calles bogotanas.
En las mesas de trabajo de las que la delegación de la Universidad Católica Boliviana fue parte (a saber: Comunicación y Ciudadanía, Comunicación y Cultura Digital y Estudios de Periodismo), el equipo contribuyó sustancialmente para colocar dentro del contexto histórico, hechos derivados del conflicto post elecciones nacionales, sucedido en Bolivia; con la necesidad de hablar, al encontrar una lectura poco reflexiva por parte de ciertos sectores de la academia internacional, –que parecen haber reducido el fondo del conflicto a un discurso gastado sobre el retorno del “racismo” a Bolivia–, circulando en los pasillos y cafeterías de la Pontificia Universidad Javeriana, sede del XVI Congreso Ibercom 2019.
Las temáticas presentadas por la delegación, permitieron identificar y desmentir alguna información parcializada y superficial sobre lo sucedido durante los 21 días que Bolivia se paralizó exigiendo respeto a la democracia, y que culminó con la renuncia del ahora ex presidente Evo Morales; haciendo visible el telón de fondo de las maniobras que el partido de gobierno había desarrollado durante 13 años de gestión.
A la llegada de la delegación boliviana, hubo cuidadosa expectativa sobre lo que se podría o no decir, tanto por parte de los académicos extranjeros y anfitriones, como por la propia delegación; sin embargo, la directiva organizadora del Congreso aclaró que por tratarse de un evento académico, habría que tener cuidado para evitar que el discurso se convirtiera en parafernalia político ideológica; aunque los límites entre la exigencia investigativa de mirar y revisar esta realidad conflictiva producto de la acción política de la sociedad y la parafernalia política, son cada vez más difusos.
Así, la presencia de los académicos bolivianos en el Congreso, permitió que muchos colegas extranjeros pudieran escuchar de primera fuente, diferentes antecedentes que colocan a la figura del MAS, (Movimiento al Socialismo, partido de gobierno anterior) en condición de descrédito y deslegitimación, desde diferentes instancias.
Por ejemplo, el examen de algunos vicios de afectación de la labor periodística en tiempos de transición política a partir de criterios de ética periodística, presentado en la Mesa DTI 11 “Estudios de Periodismo”, ponencia desarrollada y expuesta como parte de la investigación de la docente Geraldine Crider.
También, se reflexionó sobre las duras críticas que los jóvenes bolivianos hacían al gobierno de Morales, al visibilizarse las decenas de normativas y leyes que se había promulgado durante su gestión, que afectan de manera crítica al medioambiente, –cuyo resultado más desastroso fue el terrible incendio que acabó con miles de hectáreas de bosque en la Chiquitanía, semanas antes del llamado a las urnas–, incluso poco después de haberse legalizado la figura de la Madre Tierra como sujeto de derecho; en la investigación en Soberanía Alimentaria, como parte del Programa Estrategia País de la UCB, presentado en la mesa DTI 3 Comunicación y ciudadanía: Movilización popular para la economía popular y solidaria, a cargo de la docente Ivonne Rojas.
Del mismo modo, se puso en entredicho diversas acciones como la autonomía y recuperación de la propiedad comunal de los recursos naturales para las comunidades agrícolas, que fueron impulsados por leyes declaradas hace más de dos décadas, como la Ley de participación popular, o los movimientos históricos de reivindicación, como la guerra del agua; grandes logros de la ciudadanía movilizada y los movimientos sociales, que fueron punta de lanza de las transformaciones sociales; usados como pretensiones de gestión en su propaganda, por la sigla política que detentaba el poder; estrategias que fueron parte de la reflexión en la ponencia del estudiante Rodrigo Rodríguez, en su trabajo, La democracia imaginada: de la revolución nacional al proceso de cambio en Bolivia (1952-2019), en la mesa DTI3 “Ciudadanía comunicacional, comunidad y transformación social”.
En el mismo sentido, se puso en debate, las diversas manera en que las redes sociales y los medios, fueron usados abusivamente por la propaganda política durante estos conflictos, haciendo que en el espacio público generado, fuera muy difícil distinguir entre información, desinformación y propaganda pagada que sacaba a relucir el racismo como el instrumento de un enemigo interno que estaría propiciando un golpe de estado en el país. Aspectos que fueron resaltados a partir de las formas de leer la información muchas veces financiada, que provocó una guerra propagandística en las redes sociales y en los medios tradicionales también; esto como parte de la presentación del docente Marcelo Guardia, en su ponencia referida a la vida política del meme.
Se pudo percibir y anotar la magnitud de la manipulación mediática, la pelea ideológica en las redes sociales y la desinformación que los propios intelectuales comunicadores recibían en el exterior, algo que causó extrañeza, ya que hizo visible la irresponsabilidad de algunos académicos, que no se pasaban el trabajo de verificar fuentes, constatar datos y hechos, asumiendo como verdadero un discurso “racista” que estaba solapando, además de un fraude, diversas acciones que terminaron por deslegitimar al gobierno del MAS ante los ojos de la mayoría de los bolivianos; pero además, se pudo reflexionar sobre el peligro de no tomar en cuenta el caos informativo que acontecía y acontece, tanto en los medios como en las redes virtuales.
También, formaron parte de la delegación, la Mgr. Karina Olarte de Tarija y el Mgr. Carlos Arroyo, director académico de la Universidad Católica Boliviana de Cochabamba, que fue posesionado como parte del Consejo Fiscal de Assiibercom y en quien se deposita la confianza para que estos eventos puedan ser espacios de reflexión, donde se haga eco de la palabra de quienes sintieron la necesidad de hablar –en este caso sobre Bolivia–, en un espacio académico y en medio de un proceso por demás conflictivo de transición político ideológica, desmoronamiento de líderes, surgimiento de nuevas posturas oxigenadas por la creatividad juveni,l en casi toda América Latina.
La delegación se despidió de una Colombia que se comienza a manifestar, avizorando al igual que los bolivianos, venezolanos, chilenos o ecuatorianos, la incertidumbre del rumbo que seguirán estos sucesos, pero con la esperanzas de una transformación más justa, más equitativa y más sana para el planeta y quienes lo habitan.