Querida familia de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”:
Inicialmente quiero hacerles llegar un afectuoso saludo, pidiendo al Señor y a la Virgen los tengan siempre bajo su protección y cuidado. Este 54 Aniversario de nuestra Universidad Católica Boliviana, nos encuentra en una situación inimaginable tan sólo hace un par de meses y que ha suscitado una serie de cambios en nuestra vida cotidiana. Uno de ellos es que hemos encontrado un espacio en nuestro tiempo para mirar la vida desde una perspectiva que antes no lo hacíamos y, consecuentemente, parecería que estamos más dispuestos a superar algunos viejos paradigmas que nos aprisionaban y nos limitaban. Gran oportunidad para dar aquellos saltos que renueven nuestra existencia en pos de un mundo mejor.
Al respecto, en este tiempo de estar en casa, seguramente hemos sentido o reflexionado que, una buena parte de nuestra vida, estaba inmersa en una frenética carrera jaloneada por las demandas y presiones de un mundo material que nos conduce vertiginosamente y lamentablemente a un desenfreno megalómano. Es probable que ya estábamos contaminados por otro tipo de virus, inclusive peor, como dice el Papa Francisco: “el del egoísmo indiferente, que se transmite al pensar que la vida mejora si me va mejor a mí, que todo irá bien si me va bien a mí…”
Este precioso tiempo alejados de nuestras cotidianas aflicciones mundanas, nos permite comprender que la realidad que vivimos posee dimensiones y límites que no podemos ignorar, pues ellos condicionan posibilidades para una desarrollo humano más sano y fecundo, del cual todos nos deberíamos hacer responsables.
Un beneficio que estamos obteniendo de este precioso tiempo, es que como en pocas ocasiones, han aflorado con fuerza la certeza de que existen valores y profundas convicciones que deben estar presentes en las vidas que vivimos. Fruto de ello hay un mayor convencimiento de que en nuestro mundo muchas cosas tienen que reorientar su rumbo y que, ante todo, la humanidad necesita cambiar. Y probablemente lo más importante de toda esta reflexión, es el adquirir mayor conciencia respecto a nuestro origen común como seres humanos, a experimentar un sentido de pertenencia mutua y al convencimiento que el futuro de cada uno de nosotros está interrelacionado con el futuro de los otros seres humanos. Esta conciencia básica debería permitir el desarrollo de nuevas convicciones, paradigmas, actitudes y formas de vida.
Ya en la Encíclica Laudato Si se afirma sin rodeos, que mejorar el mundo supone “cambios profundos en los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, en las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad”.
Y si queremos alcanzar esos cambio profundos, sabemos que la educación es uno de lo vehículos más eficaces para establecer estos nuevos paradigmas acerca del ser humano, acerca de la vida y acerca de nuestros comportamientos.
Por ello, como Universidad Católica Boliviana estamos urgidos a renovar y transformar nuestro Modelo Educativo, Académico y Organizacional, buscando profundizar nuestra razón de ser que busca no sólo el cultivo de una excelencia académica sino el desarrollar sistemáticamente la excelencia en la calidad del ser humano, a través del humanismo cristiano.
¡Ese es nuestro desafío presente y en ello deberemos trabajar con ahínco en este tiempo!!!
Por otra parte y en relación a las preocupaciones e incertidumbres que nuestra comunidad estudiantil enfrenta en estos momentos, quiero comunicarles que estamos decididos a fortalecer nuestra capacidad en los nuevos retos del proceso de enseñanza y aprendizaje, fuertemente orientados en este tiempo a la Educación Virtual. Para ello, la universidad ha tomado la decisión de realizar importantes inversiones en las nuevas tecnologías para la educación en general y para la Educación Virtual, en particular, y además en llevar adelante programas de capacitación para que nuestros docentes y estudiantes cuenten con los mejores recursos, de tal manera de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje en estas nuevas modalidades educativas.
Pero además, hacemos nuestros los sueños y metas de nuestros estudiantes que buscan obtener una sólida formación en nuestra universidad, y ante el peligro de postergar o truncar estos nobles propósitos en los críticos momentos que vivimos, la UCB ha estructurado un Plan de Apoyo Económico Excepcional para permitir que nuestros estudiantes avancen y concluyan esta etapa tan importante para sus vidas.
Para terminar, quiero pedirles que no nos dejemos vencer por la incertidumbre, la confusión y el desasosiego que en estos tiempos pueden surgir. Nosotros somos hijos de Dios y ello nos debe dar un sentido de profunda esperanza, pues sabemos que aún en las tormentas más terribles El estará con nosotros.
La Encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco nos recuerda ello, haciendo referencia a un párrafo del Génesis (6,5) que menciona: “aunque la maldad se extendía sobre la faz de la tierra y a Dios “le pesó haber creado al hombre en la tierra”, sin embargo a través de Noé, que todavía se conservaba íntegro y justo, decidió abrir un camino de salvación. Así dio a la humanidad la posibilidad de un nuevo comienzo”. Entonces ¡Basta que haya un hombre bueno para que haya esperanza!
¡Querida comunidad universitaria de la UCB, de nosotros depende el forjar muchos seres humanos íntegros y justos!!!!
Felicidades a nuestra Universidad Católica Boliviana “San Pablo” en este 54 aniversario y un agradecimiento especial a todos nuestros docentes y estudiantes, que en este tiempo turbulento han mostrado una excepcional respuesta para avanzar en sus responsabilidades educativas y también a todos nuestros académicos, estudiantes y personal administrativo, que con su compromiso nos han permitido producir y distribuir más de 10.000 mascarillas faciales para quienes están en la primera línea de combate; a quienes están capacitando a más de 60.000 maestros normalistas en las tecnologías para la educación virtual ante un pedido del Ministerio de Educación; a quienes han dedicado incontables horas para producir los respiradores ambulatorios que pronto serán entregados a las autoridades de salud. A la Iglesia Católica que permitió apoyar su iniciativa para la entrega de 1.100 trajes especiales para el personal de salud en el país y para todos quienes han impulsado la realización de innumerables conferencias, foros y seminarios en línea para desde la perspectiva académica contribuir en temas de preocupación nacional.
¡Muchas gracias !!!
La Paz, mayo 14 del 2020